Nací en Barcelona en 1957.
Por parte de madre, vengo de una
estirpe de pintores y doradores cuyo origen se remonta varias generaciones atrás. Mi
abuelo, Agustí Maura, estudió Dibujo y Pintura en la Escuela Llotja de Barcelona.
En palabras de mi madre, el abuelo –además de un artista en mayúsculas- era un
pintor decorador excelente, que había pintado decorados para el teatro Liceu de
Barcelona, antes de la Guerra Civil. Años después, cuando se casó, mi madre
abandonó sus estudios de arte en la escuela Massana, pero de mayor se dedicó también a la pintura.
Así que supongo que no es raro que yo acabase estudiando en la Escola d’Arts Deià , donde me gradué
en Artes y Oficios, especialidad de Interiorismo, en el año 1998. El dibujo
siempre se me dio bien, pero el color me inspiraba un gran respeto. No
obstante, el tiempo me ha llevado a dedicarme al segundo: El color es lo que
más me fascina en este mundo... Sin colores, la vida ¿qué sería?
Para fabricar los suyos, mi abuelo
molía los minerales con su mano y mortero de pintor, los pesaba con su balanza
y los mezclaba. Dicen que obtenía unos colores extraordinarios... El mortero y la
balanza siguen actualmente en poder de la familia Maura, las fórmulas del
abuelo se han perdido para siempre. Pero creo sinceramente que su amor por el
color me llegó, de alguna manera, como un regalo maravilloso.
Me enseñó a ver, descifrar y comprender los colores mi maestra de arte, Marina
Berdalet. Y me inicié en el mundo de la Consulta de Color con Kate Smith, de Sensational
Color, en 2010. A ellas toda mi gratitud.
Mi formación
sigue, dia a dia, y mi camino
Isabel de Yzaguirre,
La Colorista
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