sábado, 20 de julio de 2013

Un caso de color arquitectónico correctamente aplicado.

Hace un tiempo, en un post conté en qué consiste una Consulta de Color Arquitectónico. Inicio hoy una serie sobre el color arquitectónico local, con el propósito de contar cómo hay que elegir y  aplicar el color en las fachadas de las casas. 

A partir de fotografías tomadas con mi smartphone y que retoco con Photoshop, haré un análisis sobre la aplicación del color en las viviendas de mi entorno habitual. Evidentemente,mi objetivo es que el color se vea lo más aproximado posible a la realidad. Recordemos cómo pueden cambiar los colores al verlos en una pantalla, sea de ordenador sea de cualquier tipo de dispositivo móvil, según como esté calibrada ésta.

Para mi primer caso, he aquí la fachada de una vivienda de la Plaza de l'Església,  en Moià (Barcelona).




Se trata de la casa que tiene la fachada pintada en color amarillo mostaza. Si nos acercamos a élla, veremos la siguiente paleta de colores:


Ignoro quién eligió estos colores. Dicho esto, añadiré que, en éste caso la elección me parece acertada, si bién personalmente haubría intentado encontrar un gris más cercano al color de los elementos de piedra presentes en la fachada.


Una de las normas aplicades en el color arquitectónico es la de 60-30-10, que aquí se aprecia perfectamente. ¿En qué consiste esta norma? En que cuando se  pinta se escoje un tono dominante para la fachada (60 %); uno secundario para los zócalos y dinteles de puertas y ventanas (30%) y uno de acento para la puerta -que se puede trasladar a balcones, persianas y ventanas- y que representa el 10% restante.Si seguimos esta norma se consigue un resultado más armónico que si intervienen muchos más colores.

Aquí el 60% está pintado en amarillo mostaza, el 30% se lo reparten el color piedra original y el gris claro, y el 10%, el marrón oscuro de la puerta y las carpinterias de los balcones. El efecto del color gris claro en contraste con el mostaza es correcto, pero si se hubiera buscado el tono más cercano posible al de los elemenos de piedra presentes en la fachada, se habría conseguido más contraste y un efecto más dramático o teatral.En conjunto, el uso del color me parece bueno y se ha conseguido un efecto elegante.

Es un acierto haber mantenido las carpinterias originales de madera en puertas, ventanas y balcones. La madera require más mantenimiento que el PVC pero siempre se le puede cambiar el color y crear así nuevos esquemas de color una fachada. En cambio, el PVC esto no lo permite, y si bien parece tener más ventajas que otros materiales, presenta muchas limitaciones en cuanto a los colores que se ofrecen  su carta y a los colores con que se pueden combinar, tanto en un exterior como en un interior.

Seguro que comprendeis la importancia de elegir una buena paleta de colores para la fachada de una vivienda y de aplicarla de forma correcta, pues ésta será la carta de presentación de quién la habita. Es imprescindible, pues, diseñar cuidadosamente los colores con que la vestiremos. Para esto, quien mejor os puede aconsejar es un/una profesional formado específicamente en el campo del Color. Puede ser un arquitecto o interiorista, o, como es mi caso, una Interiorista especialista en Color.

Si deseas pintar la fachada de tu casa, no elijas los colores al azar. Contacta conmigo, ¡mi misión es ayudarte!

Isabel de Yzaguirre,
La Colorista.

2 comentarios:

  1. Por no decir la gran diferencia estética y de respeto a una construccion tradicional, como esta, que presenta la madera respecto al pvc

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Jose, Juan. Prefiero ventanas y puertas de madera antes que en PVC, pero por desgracia se han impuesto de forma generalizada.

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